Barcelona se ha sumado a la campaña Servimos calidad, que se promueve entre la hostelería para mejorar tanto la atención y servicio al cliente como para que los bares, restaurantes y cafeterías cumplan con todas las normativas vigentes. El presidente del Gremi de Restauració de Barcelona, Gaietà Farràs, presentó ayer el Manual de buenas prácticas en restauración, que se distribuirá entre todos sus asociados. El mensaje es que «un buen servicio es una buena manera de atraer nuevos clientes y conservar los existentes».
Farràs destacó el lema de la iniciativa, «en tiempos de crisis hay que cuidar la calidad para mantener la clientela», después de que muchos locales de la capital catalana hayan sufrido en los últimos dos años una caída de la facturación que en muchos casos va del 10% al 50%, y que ha supuesto el cierre de numerosos establecimientos, con nuevos titulares que prueban suerte con otras fórmulas de negocio.
Y el manual recomienda, entre otros aspectos, cumplir a rajatabla con los horarios y límites de ruidos, para evitar molestias al vecindario y posibles sanciones. También incide en favorecer la integración de las personas con discapacidad, recomendando la «mejora de la accesibilidad tanto para clientes como para trabajadores».
Al margen de potenciar el mejor trato posible al cliente, con la certeza de que así se promueve incluso el turismo, el manual recoge las normativas de distintos aspectos del negocio, desde el tratamiento de las zonas de fumadores hasta el etiquetado de los productos, la ventilación de las instalaciones y las normas sobre higiene y seguridad.
BOTELLÓN / Entre las reflexiones que sugiere el colectivo sobre su colaboración con la administración figura «reivindicar una actuación más eficaz en problemas de botellón». En el caso de Barcelona, la crisis ha hecho repuntar este hábito, como informó este diario el pasado lunes.
FUENTE: EL PERIODICO